La pérdida y el duelo son unas de las experiencias vitales más profundas. Necesitamos poder llorar nuestra pérdida y tener la esperanza de que, con el tiempo, podremos reanudar y rehacer nuestras vidas , aunque nunca volvamos a ser los mismos. Aquí es donde puede ser útil buscar apoyo, asesoramiento y ayuda homeopática.
El duelo de cada persona es único e increíblemente importante para su trayectoria vital. No existe tal cosa como “acostumbrarse”. Cada persona se sana y crece a su propio ritmo. Durante el período de duelo, la profundidad y la fuerza de las emociones pueden afectar enormemente al estado de ánimo, la salud y la energía.
La pérdida puede abarcar muchas cosas y el duelo requiere la compasión y el cuidado más profundos.
Por supuesto, la pérdida más conmovedora e inflexible es la muerte de un ser querido, pero hay otras pérdidas que pueden causar un duelo profundo y duradero:
- Divorcio/separación de una pareja
- La separación de los padres causa duelo en el/la niño/-a
- Ser engañado por la pareja
- Mudarse de casa o de país
- La muerte de una mascota querida
- Pérdida del trabajo
- Pérdida de la virginidad (tanto masculina como femenina)
- Un aumento repentino de la conciencia de la realidad (a menudo experimentado por adolescentes y personas en desarrollo de la personalidad)
- Problemas de salud que alteren las capacidades físicas (por ejemplo, enfermedades crónicas debilitantes, accidentes, pérdida de miembros, etc.)
Conseguir ayuda es un logro en sí mismo y un gran paso hacia la sanación.